miércoles, 9 de julio de 2008

FIN DE CURSO

Alex, nuestro maestro de ceremonias.

Como en todos los coles, la fiesta de fin de curso es muy emotiva: los alumnos que se van, las actuaciones de los chavales, el esfuerzo de los profes… Pero en un centro de educación especial, esa emoción se vive de forma… ¿más intensa?
A veces, somos nosotros mismos los que nos apartamos de los demás por creernos y querernos diferentes. Uno puede ponerse las gafas de la discapacidad intelectual y pensar “sí, nuestra fiesta de fin de curso es más emocionante que la de un colegio de educación ordinaria”. Pero lo que yo vivo cada año en esa fiesta es:


.- La emoción desbordada o contenida de los profesionales que despiden a sus alumnos, a muchos de los cuales han visto crecer.
.- Los abrazos de increíble cariño de esos alumnos hacia sus profesores, los que durante años les han enseñado no sólo conocimientos, sino –más importante aún- a ser autosuficientes en la medida de sus posibilidades.
.- Las lágrimas de padres y madres, emocionados por los recuerdos de una etapa que acaba y la incertidumbre de otra que comienza.
.- Las lágrimas de otros padres y madres que vemos cómo cada año nos acerca sin remedio a ese momento.
.- La ilusión de todos (dirección, monitores, profesores, auxiliares, cocina) porque la tarde resulte perfecta.
.- La tristeza por los que se jubilan, con cuya sabiduría y experiencia no podremos contar ya para el día a día del curso que viene (Tino, te vamos a echar de menos).


Con escenarios de lujo o de andar por casa, ¿es la esencia de estos sentimientos muy diferente de la que se vive en cualquier otro cole?

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Precisamente porque guardo en lo mas hondo momentos irepetibles de Jesus y su risa, y su esfuerzo, y las lagrimas de Carmen acunadas por su acento gallego, la empatia de Mercedes y su grupo de trabajo, el de Macu que aguantó con su asma en un clima que no le ayudaba nada, con iniciativa.
Porque en las fiestas de Fin de Curso de otros años la magia nos envolvió, Jesus bailó torpe pero ritmicamente; cruzabamos miradas con las mujeres que empujarón su existencia.
Porque este año no hemos tenido esa fiesta, me ha fallado el sistema, mi niño desaprendió en un aula absurda con solo 4 niños ¿integrados? en un Centro convencional. Porque los EOEs no me escuchan, me quieren convencer que conocen a mi hijo y el centro especifico no es para él. Pero luego ponen al frente del aula a una persona que no sabe, que esta perdida, de metodos anclados en el pasado. Y así sin timón, sin planificación, sin metodologia, sin información, así se ha pasado el año, y claro, una actuación de 4 niños autistas de edades comprendidas entre 4-11 años, tan diferentes entre ellos, pues no ha sido posible.
Y es que se les ha olvidado que mi hijo es un niño de 7 años, un niño, un niño, y no solo un autista.
Y lo que llevamos de vacaciones el avance academico que cargo yo solita es espectacular.
Estaba deseando darle portazo al curso. Y ya estoy temiendo el siguiente.
Menos mal que mantengo el animo.
Y el mar, que calma mi desazón.
Desde el Estrecho en calma (perdón por la extensión, el tema me puede).
Esperanza

Eloy dijo...

Hola.
Hace pocos días supe de la existencia de este blog. Hace pocos días cambió nuestra existencia y nuestro futuro. Las ilusiones y los sueños se desmoronaron como esos castillos que se contruyen en la arena de la playa, y una ola traicionera los alcanza para dejar las almenas convertidas en poco mas que unas ampollas en la orilla del mar. Ese mar que vió nacer a Sergio, y que aprendí a amar hace unos pocos años.
Ahora empieza nuestra odisea, una odisea como la que vosotros vais recorriendo, aprendiendo a golpe de coraje y de reveses, y con más desconcierto, miedo y angustia del que jamas hubieramos imaginado.
Dentro de poco más de un mes, nuestro hijo debería incorporarse por primera vez al colegio. Tendrá ya 3 años y medio, y no sabemos que pasará, con que ayuda contará en el colegio, como se integrará, o si contará con el suficiente apoyo.
Espero que pueda contaros que todo va bien y "progresa adecuadamente". Espero poder contar con la ayuda, la experiencia y las vivencias que compartis en este foro para ppoder hacer mejor el camino. Entretanto contad con mi amistad y mi admiración. Gracias a Jesus por su amabilidad, su simpatía y su entusiasmo, con que pudo infundir en nuestros corazones un poco de optimiso, y gracias a Esperanza por su mensaje y sus palabras. Nosotros también contemplamos el estrecho de Gibraltar cada mañana.
Gracias Amparo por tu blog y tu hermosa forma de escribir y contar tus experiencias.
Eloy